Sujetadores de lactancia
Los sujetadores de lactancia son un tipo de sujetador diseñado y fabricado con tejidos y materiales extrasuaves para la piel, ya que durante el embarazo la piel reacciona de forma más sensible a distintos tejidos y materiales. Los sujetadores de lactancia como los que puedes encontrar en Gisela son sujetadores sin aros y muy cómodos, que se ajustan totalmente al pecho de cualquier mujer.
¿Por qué adquirir sujetadores de lactancia ?
No es un hecho aislado que toda mujer primeriza en el hecho del embarazo no sabe si es recomendable comprar un sujetador de lactancia, ya que no conoce cómo ni cuánto va a cambiar su pecho durante todo este proceso.
¿Cuándo comprar sujetador de lactancia?
La mayor incógnita de cualquier embarazada es cuándo debería comprar un sujetador de lactancia. Lo importante es no comprarlo al inicio ya que se desconoce realmente cuánto va a cambiar tu talla de sujetador. Lo recomendable es comprarlo pasadas las treinta y seis semanas de embarazo, ya que así podrás hacerte una idea de qué talla aproximadamente necesitas.
¿Qué talla elegir de sujetador lactancia?
Normalmente, suele ser una talla más tanto de contorno como de copa. En cualquier caso, los sujetadores para dar el pecho de gisela están diseñados sin copa para aportar un extra de comodidad y durabilidad a toda mujer. Estaremos encantados de ayudarte a encontrar tu sujetador ideal, ya sea a través de nuestra guía de tallas o a través del chat desde donde nos podrás contactar. Hazte con tu sujetador maternal de Gisela.
¿Cuántos sujetadores de lactancia se necesitan?
El número de sujetadores de lactancia que se necesitan puede variar según la frecuencia con la que se pueda lavar la ropa y el estilo de vida de la madre. Sin embargo, es común que se recomienden al menos tres: uno para usar, otro en la lavandería y un tercero de reserva. Esto permite tener siempre un sujetador limpio y disponible. Algunas mujeres prefieren tener más para no preocuparse por la lavandería tan a menudo, especialmente durante las primeras semanas de lactancia, que suelen ser más exigentes.